La ciudad de Tartessos pudo estar cerca de la actual desembocadura del río Guadalquivir, en lo que es hoy Doñana

La ciudad de Tartessos pudo estar cerca de la actual desembocadura del río Guadalquivir, en lo que es hoy Doñana

- La reconstrucción de la geología, geomorfología y medio ambiente del Espacio Natural de Doñana entre los años 1150 y 500 a. C. encaja aproximadamente con las indicaciones sobre la ubicación de la ciudad y su entorno dadas por los autores de la Antigüedad, en particular el latino R. F. Avieno en su poema Ora maritima

- De la fiabilidad de estos autores se ha venido dudando desde hace décadas, paradójicamente en relación con el gran desarrollo que ha conocido la arqueología en la investigación sobre Tartessos desde 1958

- El estudio, con participación del CSIC, la Universidad de Huelva y la Fundación FUHEM, ha sido publicado en la prestigiosa revista ‘Frontiers in Marine Science’

Estudios paleo-ambientales y paleo-geográficos de carácter geológico en el Espacio Natural de Doñana para el periodo 1150-500 a. C. han revelado un paisaje distinto del actual que corresponde con el descrito en textos sobre el Suroeste de la Península de la Antigüedad Clásica en relación con Tartessos, principalmente el poema Ora maritima, del autor latino Rufo Festo Avieno. Aunque este poema es una obra tardía, del siglo IV de nuestra era, Avieno se sirvió para componerlo de obras anteriores, como un derrotero de un navegante o mercader griego desconocido del siglo VI a. C., cuando Tartessos existía y su rey era Argantonio.

Desde la primera publicación del poema, en 1488, muchos de sus pasajes han desconcertado a los investigadores de la historia de Tartessos, ya que hacen referencia a paleogeografías costeras del sur de la Península ─v. gr., del Golfo de Cádiz─ que no se corresponden claramente con ningún paisaje actual. Los recientes estudios geológicos permiten explicar esta discordancia.

De la antigua fuente del siglo VI a. C. citada por Avieno procedería información como que Tartessos era un país relativamente extenso, étnicamente diverso y con presencia en él de comunidades de fenicios, cartagineses y griegos. Abarcaba, por la costa peninsular, desde el bajo Guadiana hasta el actual litoral de la provincia de Alicante, con un pie en la costa de Marruecos. La ciudad de Tartessos, presuntamente el centro político y comercial de este amplio territorio, se hallaba en una isla, llamada “Cartare”, ubicada a su vez entre los dos brazos de un río, llamado también “Tartessos”, tras salir éste de un lago cuyo nombre era “Lacus ligustinus” (“Lago Ligustino” o “Lago Ligur”). La desembocadura de ese río era múltiple: del brazo oriental surgían tres rías o esteros que penetraban en el interior del país por el este y, aguas abajo, al sur de la isla, cerca ya de la desembocadura, el mismo brazo oriental confluía con el occidental a través de una doble bifurcación de su curso.

Atendiendo al cotejo de la información histórica contenida en el poema con los datos geológicos, ese río sería el actual Guadiamar corriendo en su último tramo por el caño Travieso, hoy capturado por el Brazo de La Torre. Tras desembocar en el “Lago Ligustino”, que sería una laguna costera, el río saldría de ésta para rodear La Algaida —una isla entonces, que sería la isla de “Cartare”— y después desembocar en el Atlántico mediante dos brazos. Las tres corrientes que partían del brazo oriental y penetraban en las tierras al este del antiguo estuario podrían ser los esteros hoy prácticamente secos llamados “Salado de Lebrija”, “Caño de Jerez” y “Marisma de Rajaldabas”.

La ciudad de Tartessos se hallaría, por consiguiente, en la isla de La Algaida, hoy flecha litoral en la margen izquierda del río Guadalquivir. Como han señalado numerosos investigadores, el nombre o adjetivo “Cartare” pudiera ser un apelativo fenicio o púnico cuyo significado haría referencia a una ciudad relacionada con la isla; al igual que sugieren los topónimos de ciudad “Cartago”, “Cartagena”, “Cartaya” (en la provincia de Huelva) y “Carteya” (en la provincia de Cádiz).

En la década de 1940 el español Pedro Barbadillo y, en la de 1970, el francés Loïc Menanteau ya señalaron a La Algaida como probable emplazamiento de la ciudad de Tartessos. En esas fechas, sin embargo, los grandes avances en el conocimiento de las transformaciones del paisaje en el hoy Espacio Natural de Doñana y su entorno en el periodo Holoceno estaban todavía lejos de materializarse y, acaso por ello, la hipótesis de estos dos investigadores tuvo en su tiempo una difusión escasa. Décadas después, tales avances parecen haberles dado la razón.

Juan J. R. Villarías-Robles, Antonio Rodríguez-Ramírez, José Antonio López-Sáez, Sebastián Celestino-Pérez y Ángel León. The location of Tartessos: A fresh case for the reliability of Avienus’ Ora maritima. Frontiers in Marine Science, 11:1379920. DOI: 10.3389/fmars.2024.1379920

Fuente
CCHS-Comunicación